El minimalismo es un movimiento que pasó del arte popular al diseño de interiores en la década de 1920, pero aún hoy es considerado como uno de los estilos más innovadores. El estilo minimalista en el diseño interior ha sido calificado como el pionero del diseño con visión de futuro. El diseño interior minimalista divide los espacios por las necesidades, lo que significa que cada elemento debe ser funcional.
Reduce tus ideas a lo básico, luego construye sobre estas ideas seleccionando lo básico. Haz más con menos. Por ejemplo un collage de arte abstracto no es una marca que defina el diseño interior minimalista. Dale a cada pieza una razón por la que tenga que estar ahí.
Una vez hayas seleccionado los muebles que necesita tu espacio, considera el diseño de cada pieza. Piensa en las formas básicas: cuadrados y rectángulos. Luego piensa en las líneas más comunes que se usan en el diseño: horizontal, vertical, diagonal, zigzag y curva.
Si bien no es necesario ser tan estricto en tu elección, seguir los conceptos básicos unificará el diseño de tu espacio. Se necesita unidad para presentar el proyecto como un paquete completo y, por lo tanto, minimizado. La falta de detalles abstractos permitirá que las piezas importantes ganen atención.
El monocromo es uno de los secretos del minimalismo. Por lo general, los colores son neutros. La mayoría de las veces, todo es blanco, desde los techos hasta los suelos, al igual que los muebles. Si no, encontrarás dos colores, rara vez tres. A menudo, es el mismo color que se desvanece en diferentes tonos, destacado en algún lugar.
Lo fantástico del monocromo es que un toque de color fuerte colocado al azar en algún lugar nunca pasa desapercibido. Por ejemplo, el plato de frutas en la mesa de la cocina; los cojines rojos en el sofá; la alfombra azul en el salón; la colcha naranja en el dormitorio; la pantalla plegable amarilla. El espacio vacío se considera un elemento importante en el diseño interior minimalista, ya que el espacio interactúa con los objetos y lo define. El equilibrio visual es igual de importante y solo se puede conseguir al tener un punto focal.
Pequeños detalles aumentan la profundidad de la decoración minimalista. Carpintería aerodinámica, puertas planas, dormitorios sin cabecero o un panel de madera simple para la cabecera de la cama.
Materiales únicos se utilizan para los suelos y paredes. Y lo mismo se repite en cada habitación. ¿Qué hay de las cortinas? Un sutil estor blanco servirá. Las lámparas son generalmente tubulares, aunque en el estilo minimalista se prefiere la iluminación empotrada para promover la desnudez. Los adornos están prohibidos.
El estilo minimalista en el diseño interior se consigue con un conjunto de líneas geométricas limpias. La atmósfera es suave, el aire fluye y el sol entra por la los grandes ventanales.
No creas que la fantasía no aparece en una decoración de estilo minimalista. ¡Todo lo contrario! La única pieza clave, como una lámpara de pie o una lámpara de araña por ejemplo, destaca aún más, ya que hay una decoración de varios colores, formas y materiales.
En resumen, el estilo minimalista en diseño interior es popular en todo el mundo. Toma como referencia el estilo moderno y lo simplifica aún más. Paletas de colores neutras, muebles sencillos y en líneas rectas, no puede haber nada excesivo ni extravagante en los complementos de decoración.